jueves, agosto 30, 2007

Hace mucho que no plasmaba mi paso por el blogs, la verdad hace mucho que las Aquelarres estamos sumergidas en el trabajo, agobio, buenos ratos...en fin la vida y no nos hemos detenidos a dejar algo para compartir...
Por lo anterior, los saludo de la mano con Galeano y este stencil que me encantó, su autor Punkolombia lo grabó en una de las calles de Medellín.
Me parece que los dos, el cuento y el stencil, concuerdan con lo que quiero expresar hoy.
Besos y pócimas...
Con la ayuda de sus bastones blancos y unos cuantos tragos, ellos se abrían paso, mal que bien, por las callecitas de tlaquepaque. Parecía que estaban a punto de caerse, pero no: cuando tropezaba ella, la sostenía él: cuando él se bamboleaba, lo enderezaba ella. A dúo andaban, y a dúo cantaban.
Se detenían siempre en el mismo lugar, a la sombra de los portales, y cantaban viejos corridos mexicanos del amor y de la guerra. Algún instrumentos usaban, quizás una guitarra, no recuerdo, ayudando al desafine; y entre canción y canción, hacían sonar el cacharro donde recogían las monedas del respetable público. Después, se iban. Precedidos por sus bastones, atravesaban el gentío bajo el sol y allá lejos se perdían, destartalados, rotosos, bien agarraditos el uno al otro.

Eduardo Galeano.