martes, agosto 08, 2006

CESE AL FUEGO!!!

Era el lema con que Amnesty International llamaba a que nos manifestáramos ayer a las 13 horas en distintas capitales del mundo. ¿por qué? pues por el conflicto en el Líbano, que hoy ya no es ajeno para nadie.
Las muertes de personas sin culpa alguna, sumado a la tibia respuesta de la Comunidad Internacional a las declaraciones de Bush sobre la conveniencia del no cese del fuego, la poca incidencia de la ONU, son hoy una bofetada para todos los que creemos que el hombre tendería en escencia al bien...Thomas Hobbes parece que hoy gana la partida...
Pero, ¿qué hago? ¿miro al suelo, encojo los hombros? no...no puedo...
Tal vez contarles o recordarles (para los que ya la conocen) esta historia sea una forma de apelar en ustedes su motivación por la paz, que no es un acontecimiento individual sino colectivo, por lo mismo, cada uno ponemos un grano en su construcción...
Aqui les transcribo en parte una presentación que cruzó el internet en busqueda de nuestra atención...
Ella es Rachel Corrie... Estudiante norteamericana de 23 años que se trasladó a la Franja de Gaza para unirse a un movimiento palestino de carácter pacifista, Movimiento Internacional de Solidaridad, actuando en diversas acciones no-violentas para bloquear las excavadoras israelíes que intentaban derribar las casas de los supuestos “kamikazes” y de sus familias, en los territorios palestinos.
A sus amigos, en diferentes correos electrónicos, escribió: “derrumban las casas con la gente dentro, no tienen respeto por nada ni por nadie”
El 15 de marzo de 2003, en una acción pacífica en Rafah, en la frontera de Gaza, Rachel estaba con sus compañeros para intentar oponerse a las demoliciones.“Estaba sentada en la trayectoria del Bulldozer, el conductor la vio, continuó y pasó por encima de ella”, declaró Joseph Smith, militante pacifista de EEUU.“La excavadora le echó tierra encima y después la aplastó”, añadió Nicholas Dure, otro compañero.Los compañeros intentaron por todos los medios parar la excavadora, y después reanimarla, pero ya nada pudieron hacer.
Rachel murió mientras defendía, con su propio cuerpo y con sus ideas, el legítimo derecho de los ciudadanos palestinos a la vivienda y a la tierra.Las autoridades Israelíes dieron diferentes versiones del suceso, todas desmentían la documentación fotográfica e los testimonios.
Ella y sus compañeros/as, denuncian que cada día docenas y docenas de hogares están siendo destruidos en la frontera de Gaza, que los bombardeos dañaron los pozos de agua, doce en los campos de refugiados de Rafah, y que estos no pueden ser reparados por los trabajadores palestinos sin exponerse a las balas del ejército israelí.
Sólo me queda por decir...¡¡¡CESE AL FUEGO!!! POR LOS NIÑOS, POR LA GENTE QUE AMA, POR LOS QUE AÚN CREEMOS...
Besos y pócimas.