viernes, abril 07, 2006

I want to wake up in the city that never sleeps...


A propósito de que una de las integrantes del Aquelarre está disfrutando de unos días de merecido descanso en la gran manzana, he estado recordando distintos momentos vividos en esa ciudad que tanto me gusta y donde viven y han vivido buenos amigos y parientes.

Además de los sitios típicos de turismo, que no por eso dejan de impresionar, como el Central Park, el museo de los inmigrantes en la isla Ellis, la catedral de San Juan el divino aún en construcción, el MET, el Guggenhein, el MOMA, etc.. hay un pequeño rincón de Nueva York pocas veces visitado y que vale la pena dedicarle un par de horas. Me refiero a The Clostiers (el claustro), una sucursal del MET dedicado al arte medieval que queda en el parque Fort Tryon donde se encuentra la serie de gobelinos con la caza del unicornio al que pertenece el fragmento que encabeza este post. Es un castillo construído con restos de monasterios y castillos europeos que Rockefeller pago por traer y rearmar piedra por piedra para ponerlos en la cima de una colina bordeando el Hudson. Es un hermoso lugar donde uno olvida que está en la ciudad que nunca duerme.

Claudia