miércoles, octubre 18, 2006

Un martes por la tarde...

¿Hay algo, pregunto yo más noble que una botella de vino bien conversado entre dos almas gemelas?
Algunos toman por sed, otros por olvidar deudas, o por ver lagartijas y sapos en las estrellas.
Por todo lo cual levanto mi copa al sol de la noche y bebo el vino sagrado que hermana los corazones.

(Nicanor Parra. LA CUECA LARGA, 1958. Coplas del vino)
Por los buenos amigos...
con los que, aunque dejes de ver por un rato,
basta un momento de calma
para reencontralos en su esencia...
Besos y pócimas.
Cony